¿Qué es la verdad última? (Kyokushin significa= la verdad última)
Mi última publicación en Facebook fue sobre cómo utilizo la muerte como consejera. Dediqué un capítulo a este tema en el libro El Modelo del Guerrero: La llamada del guerrero.
Creo que un día descubrí el significado de la verdad última. Fue a raíz de una discusión con Soshu Shigeru Oyama, a quien había invitado a mi dojo en el 1088 de la calle Saint-Jean, en la antigua ciudad de Quebec. Fue en 1983.
Todo guerrero es consciente de la vida y la muerte, ya que se enfrenta constantemente a ambas.
Soshu Shigeru Oyama me dijo una vez que, antes de un combate, daba su vida por el luchador al que se enfrentaba. ¿Qué podría pasarle peor que morir? Mientras que su oponente no estaba dispuesto a morir. Tenía una esposa, un trabajo, ahorros y para él la lucha era una forma de deporte.
Soshu dijo que por su actitud, que estaba dispuesto a morir, ya había ganado la pelea antes de empezarla. Mientras que su oponente lo había perdido incluso antes del primer golpe.
Medité sobre este punto de la discusión que tuvimos, y tuvo el efecto de transformar completamente mi manera de aprehender la vida y mi arte (el karate kyokushin).
Apliqué este concepto a mis entrenamientos y combates. Desde ese momento, no he perdido ningún combate ni competición.
La verdad última es que todos nos enfrentaremos a la muerte algún día. Podremos vencerla algunas veces, pero un día ganará. Pero si la haces tu consejera, te animará a vivir la vida al máximo y a disfrutar de cada momento.
Cuanto más la conozcas, más te comprometerás a cumplir la misión que te ha sido encomendada.
Después de aceptar la vida, el secreto de aceptar la muerte es que nos hace más vivos y nos anima a vivir la vida al máximo (con plena conciencia) sabiendo que el tiempo es el recurso más precioso.
Recuerda que lo que se interpone entre tú y la muerte es el tiempo. Es lo único que os separa. Aprovéchalo al máximo alcanzando tus sueños, metas y objetivos.
La riqueza nunca puede comprar el tiempo. Vivir tu pasión al máximo no tiene precio.
Gaetan Sauve
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