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Sumérgete en el flujo de la vida: la práctica de Kyokushin a través del "Libro del agua" de Musashi

Actualizado: 24 jun 2023


Parte 2 de 5 del Gorin no sho de Miyamoto Musashi adaptado al kárate Kyokushin.


El Libro del Agua, extraído del Gorin no Sho de Miyamoto Musashi, es una auténtica filosofía de vida y puede considerarse una valiosa guía para los practicantes de kárate Kyokushin. El libro hace hincapié en la importancia de la fluidez, la adaptabilidad y el desarrollo personal constante, que son principios clave del kárate Kyokushin.


El principio de adaptabilidad


En el kárate Kyokushin, la adaptabilidad es esencial. Cada oponente es único, con sus propias fortalezas, debilidades y estilo de lucha. El practicante de Kyokushin debe ser capaz de adaptarse a cada oponente, al igual que el agua toma la forma del recipiente en el que se vierte.


Como el soplo de un viento suave que danza entre las hojas, o el reflejo de la luna en un lago tranquilo, las lecciones del Gorin no Sho "Libro del Agua" son sutiles y profundas. Nos invitan a sumergirnos en el arte del combate y a abrazar la esencia misma de nuestro ser. Al igual que el agua se adapta constantemente a su entorno, nosotros también, como practicantes de Kyokushin Karate, debemos aprender a adaptarnos a los retos que se nos presentan.


El arte de la estrategia y la táctica aplicadas a nuestro arte


Un adversario con potentes patadas es como una tormenta en alta mar. Impetuoso e imprevisible. Es crucial mantener la calma, como el agua en una tormenta, y buscar aperturas. Utiliza tu propia fuerza contra él. Si sus patadas son potentes, su equilibrio puede verse comprometido. Sea como el agua que siempre encuentra su camino, utilice esta debilidad para contrarrestar y desequilibrar.


Un oponente con poderosos golpes es como un torrente de montaña, rápido y contundente. Para combatirlo, sé como la corriente bajo la superficie, tranquilo pero siempre en movimiento. Utiliza tu propio cuerpo para protegerte, desviar sus ataques y atacar cuando sea más vulnerable. Como el agua que se filtra por la grieta más pequeña, tu ataque debe ser preciso y decidido.


Si tu oponente prefiere luchar cuerpo a cuerpo, Sé como un manantial que brota de la tierra, sorprendente e inesperado. Utiliza el contacto corporal para sentir sus movimientos, anticiparte a sus ataques y moverte incluso antes de que ataque. En este ballet cercano, sé el agua que fluye alrededor de la roca, escurridiza e imprevisible.


Si tu oponente está luchando a distancia, Sé como un río, ancho y omnipresente. Mantén la calma, guarda las distancias, pero prepárate para atacar. Como el agua que fluye lenta pero inexorablemente, tu movimiento debe ser continuo, tu ataque o contraataque inevitable.


Sea cual sea la batalla, recuerda siempre las palabras de Musashi:
"El agua es flexible, el agua es adaptable". En el combate, como en la vida, hay que estar siempre en movimiento, siempre dispuesto a adaptarse. Y, sobre todo, sé como el agua: fluida, implacable e inagotable. El agua no teme la fuerza de la tormenta, la abraza. El agua no teme a la roca, la rodea. El agua no teme al fuego, lo apaga. Sé como el agua y superarás todos los obstáculos. Y no lo olvides nunca: el verdadero objetivo de la práctica marcial no es la victoria, sino la superación constante.

Fluidez en la práctica



El agua es también un símbolo de fluidez, una característica esencial de la práctica del kárate Kyokushin. Los movimientos del kárate Kyokushin deben ser fluidos y naturales. En kihon (técnicas básicas), cada movimiento debe fluir en el siguiente. En kata (formas), los movimientos deben ejecutarse en un único flujo continuo. Y en kumite (combate), las técnicas deben ejecutarse con una fluidez que permita atacar y defenderse sin interrupción.


Tomemos el ejemplo del kata Pinan Sono San. Este kata comprende una serie de movimientos que deben ejecutarse de forma fluida y continua, simbolizando el flujo del agua. Un practicante de kárate Kyokushin debe esforzarse por incorporar esta fluidez a su práctica, para ser más eficaz en su combate y en su práctica general.


Desarrollo personal


En el Libro del Agua, Musashi también subraya la importancia del desarrollo personal y de la mejora constante. En el kárate Kyokushin, siempre hay algo que aprender o mejorar, ya sea una nueva técnica, una mejor condición física o una mejor comprensión de la filosofía del kárate. Es un camino interminable de desarrollo personal, igual que el agua sigue fluyendo sin fin.


Por ejemplo, al practicar kihon, un practicante de kárate Kyokushin siempre puede trabajar para mejorar su técnica, aumentar su velocidad, potencia o precisión. Del mismo modo, en el kata siempre hay matices que descubrir y dominar. Y en kumite, cada combate es una oportunidad para aprender y mejorar.


La importancia de la claridad mental


El Libro del Agua subraya la importancia de la claridad mental en el combate. Al igual que el agua tranquila y clara refleja fielmente lo que hay sobre ella, una mente clara te permite percibir y comprender las intenciones de tu oponente, anticiparte a sus movimientos y reaccionar en consecuencia.


En el kárate Kyokushin, esta claridad mental se cultiva mediante la práctica de la meditación sentada o de pie, que ayudan a calmar la mente y a desarrollar la concentración. Yo prefiero la práctica de pie derivada del Zen Ritsu o Ikken, la técnica del árbol. Practicada por muchos maestros de Kyokushin y campeones de derribo, esta técnica de atención plena aumenta nuestra eficacia en combate (hablaré de ella en un artículo en breve). En combate, una mente calmada y concentrada puede percibir aperturas en la defensa del oponente, anticipar sus ataques y reaccionar rápida y eficazmente.


Gan (en japonés) o la importancia de la mirada en nuestra práctica


En el Libro del Agua, Musashi habla de la importancia de la mirada. Continúa hablando de la importancia de la mirada en la táctica, señalando que hay que ser capaz de distinguir todo lo que te rodea sin mover visiblemente los globos oculares, y ser capaz de observar a tu oponente sin distraerte con los insignificantes movimientos de tu espada. Es una habilidad que considera necesaria y que lleva mucho tiempo dominar.


En el kárate Kyokushin, el arte de mirar es un elemento fundamental del combate. En su Libro del Agua, Miyamoto Musashi subraya la importancia de desarrollar tanto la visión central como la periférica para anticiparse a los movimientos del adversario y reaccionar ante ellos. Compara esta habilidad con la "visión de águila", capaz de detectar un movimiento minúsculo a gran distancia.


Musashi insiste en que debes ser capaz de distinguir todo lo que ocurre a tu alrededor sin distraerte con movimientos insignificantes. Por ejemplo, en el combate de kárate kyokushin, es crucial observar la posición, el ritmo respiratorio, la tensión muscular y los movimientos oculares de tu oponente, para anticiparte a sus acciones. Al mismo tiempo, no hay que dejarse distraer por movimientos no esenciales, como fruncir el ceño o gesticular con la mano.


Musashi también subraya la importancia de observar lo que está cerca y lo que está lejos. Se trata de una habilidad esencial en las competiciones de kárate kyokushin, en las que hay que concentrarse en el oponente inmediato, sin perder de vista la posición de los jueces, el borde del tatami y los demás competidores.


¿Cómo desarrollar esta "visión de águila"? Un ejercicio inspirado en mi propia práctica puede ayudar.


Ejercicio para desarrollar la visión periférica


Este ejercicio consiste en desarrollar la capacidad de utilizar la visión periférica manteniendo la concentración en un punto fijo.


1. Siéntese cómodamente y fije la mirada en un punto situado delante de usted. Mantenga la mirada fija en este punto durante todo el ejercicio.


2. 2. Sin mover los ojos, intente tomar conciencia de lo que ocurre en su periferia. Qué ves a los lados, arriba y abajo?


3. Continúa concentrándote en tu punto fijo, pero amplía tu campo de visión para tomar conciencia de todo lo que ocurre a tu alrededor.


4. Repite este ejercicio con regularidad, intentando cada vez ampliar un poco más tu campo de visión.


Una vez que te sientas cómodo con este ejercicio, intenta integrarlo en tu práctica de Karate Kyokushin. Durante tus kihon, kata y kumite, intenta mantener tu concentración mientras mantienes una conciencia periférica de tu entorno.


No hay duda de que el camino para desarrollar esta vista de águila es largo y exigente, pero el esfuerzo merece la pena. Al perfeccionar esta habilidad, serás más capaz de percibir, anticipar y reaccionar a los movimientos de tu oponente. Serás más consciente de lo que te rodea, más preciso en tus ataques y más rápido en tus defensas. Te convertirás en un guerrero más hábil, seguro y resistente.


Practicar la "visión del águila" no se limita al dojo. Se puede aplicar en la vida cotidiana. Ya estés al volante de tu coche, de compras o incluso paseando por la calle, practica la ampliación de tu campo de visión. No sólo puede ayudarte a evitar peligros potenciales, sino que también puede permitirte descubrir cosas nuevas, detalles en los que nunca antes habías reparado.


Musashi tenía razón: dominar los ojos es dominar la mente. Significa ver más allá de lo evidente, percibir lo invisible, anticiparse a lo inesperado. Significa estar presente, total e intensamente. Significa vivir cada momento con una conciencia agudizada, una mente aguda y un corazón abierto.


Practicar el kárate Kyokushin siguiendo las enseñanzas del Libro del Agua es aceptar la incertidumbre, dar la bienvenida al cambio y navegar por el flujo y reflujo de la vida con gracia y resistencia. Es un camino exigente, pero también profundamente gratificante. Porque nos lleva a descubrir nuestra verdadera fuerza, a revelar nuestro verdadero potencial, a realizar nuestra verdadera naturaleza.


Que el poder del agua te guíe por el camino del kárate Kyokushin. Que tus ojos sean agudos como los de un águila, tu mente clara como el agua de un manantial, tu corazón fuerte y valiente. Y, sobre todo, que la alegría, la paz y el amor te acompañen siempre, en cada movimiento, en cada respiración, en cada momento de tu vida.


Osu


Gaëtan Sauvé

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